jueves, 29 de abril de 2010

Kioto da un toque ambiental a la construcción española

Publicado el 29-04-2010 , por R. Ruiz / Expansion.com
Los años de crecimiento exponencial en el parque de viviendas han dejado una huella difícil de borrar. Se trata de su modelo de construcción, basado en la urgencia en los plazos de entrega, en detrimento de elementos como la calidad y eficiencia energética de estos edificios.

Ahora, en plena caída de las cifras de construcción, el sector inmobiliario se enfrenta al complejo desafío de cambiar esta tendencia.

La mejora de la sostenibilidad de los edificios se enmarca dentro de una estrategia global, en donde lograr una mayor independencia energética respecto a los mercados tradicionales de abastecimiento y reducir el consumo de los edificios se erigen como los objetivos prioritarios. “Si España no actúa de forma más eficiente en los edificios ya construidos, no se podrá cumplir con los compromisos del Protocolo de Kioto, ni, por supuesto, los fijados para 2020 y 2050”, augura Luis Álvarez-Unde, director general del Green Building Council (GBC).

El parque actual de viviendas en España genera un elevado consumo energético
La necesidad de limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) e impulsar el uso de nuevas energías limpias choca con el modelo de construcción, basado en una fórmula ya obsoleta y cuya reforma se ha marcado en el calendario gubernamental. “El sector de la edificación ha incrementado en los últimos años de forma importante, el consumo energético. A partir de 1996, ha habido un enorme crecimiento en el parque residencial, con un aumento de las emisiones de CO2”, asegura el director de GBC.

“Los cambios de estándares de vida se han vinculado a un mayor consumo energético”, añade. “La arquitectura responsable es una respuesta frente a una cultura del exceso en la que hemos vivido en los últimos 60 años”, apunta, por su parte, Paloma Sobrini, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid.

Estos excesos han dejado una pesada losa en materia medioambiental. “En España, la intensidad energética –relación entre el consumo de energía y el PIB– en 1996 era un 6% menor que la media europea y, diez años después, se situaba un 14% por encima de este índice. No es que nos convirtiéramos en unos derrochadores, sino que el resto ya comenzó a aplicar medidas de eficiencia energética”, subraya David Lázaro, director de Ingeniería y Sostenibilidad de CB Richard Ellis.

Regulación
Hasta la fecha, se han aprobado varias normativas, a nivel europeo, nacional y autonómico, para reducir el consumo de las viviendas. Sin embargo, los resultados son dispares. “La normativa europea vigente EPBD no ha sido traspuesta de forma igualitaria en todos los países”, reconoce Javier Serra, subdirector general de Innovación y Calidad de la Edificación del Ministerio de Vivienda y uno de los ponentes de la conferencia Eficiencia energética en la edificación, organizada por Unidad Editorial Conferencias y Formación.

Entre las últimas iniciativas públicas llevadas a cabo en España, destacan varias de carácter eminentemente sectorial: el plan de activación de la eficiencia energética en los edificios de la Administración General del Estado y la creación de un nuevo contrato de colaboración público privado con las empresas de servicios energéticos (ESE).

Si las medidas se aplican desde el inicio del proyecto, no suponen un sobrecoste
La propuesta tiene una doble vertiente: por un lado, servir de ejemplo al renovar 330 complejos de edificios propiedad de la Administración General del Estado y lograr, en 2016, reducir un 20% el consumo energético de los edificios públicos; y, por otro, impulsar la puesta en marcha de empresas de servicios energéticos a través de un contrato de colaboración público privado, que permite acometer estos proyectos sin que la Administración realice grandes desembolsos iniciales para reformar el parque de edificios existente.

Promoción
Dentro de las medidas a implantar en la nueva construcción, los expertos no dudan en señalar que la eficiencia energética debe ser valorada desde el inicio del proyecto. “Con poca inversión, se pueden obtener grandes ahorro”, señala Álvarez-Unde. Las medidas de ahorro energético “no tienen que ser una capa que se pasa al final de la construcción, sino un modo de hacer arquitectura desde el principio del proyecto”, apunta Paloma Sobrini.

La implantación de medidas que permitan edificar inmuebles con un consumo energético mínimo no deben requerir un sobrecoste, sino que, al contrario, pueden permitir un ahorro tanto para el promotor como para el cliente final. “Lo que no es barato es la adaptación; si lo haces desde el principio, teniendo en cuenta estas cuestiones desde el diseño del proyecto, pueden permitir ahorros del 20%, 30% hasta el 40%”, subraya el responsable de CB Richard Ellis.

El diseño juega un papel fundamental a la hora de lograr que estos edificios sean calificados como sostenibles. Medidas tan básicas como tener en cuenta la orientación del inmueble o la situación en la zona geográfica ya suponen un primer gran paso para lograr que consuman menos. Además, los materiales utilizados son otra poderosa herramienta. “Un correcto aislamiento térmico permitiría reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 de los edificios hasta un 50%”, subraya Luis Mateo, director general de Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, en el encuentro de Unidad Editorial Conferencias y Formación.

La normativa
- La directiva europea establece un mínimo de rendimiento energético para los edificios, certificaciones que acrediten el cumplimiento normativo e inspecciones periódicas obligatorias.

- El plan estatal de Vivienda y Rehabilitación, vigente de 2009 a 2012 ofrece ayudas a las comunidades de vecinos para reformar sus edificios y hacerlos más sostenibles a través del Plan Renove.

- Recientemente, el Gobierno aprobó el Plan de Activación de la Eficiencia Energética en los Edificios de la Administración General del Estado, para reducir un 20% el consumo de energía de 330 edificios públicos en 2015.

De campañas de sensibilización a concursos de casas solares
El Ministerio de Vivienda ha puesto en marcha varias iniciativas con el objetivo de fomentar la construcción de nuevos inmuebles eficientes energéticamente y de mejorar los ya existentes.

Planes de acción, trasposiciones de normativas europeas e incentivos para la mejora de la eficiencia energética han sido aprobados en los últimos años siguiendo la corriente de una mayor conciencia medioambiental por la que apuesta la sociedad del siglo XXI.

“Trabajamos en la sensibilización de la sociedad a través de campañas o concursos como el Solar Decathlon Europe”, subraya Javier Serra, del Ministerio de Vivienda. Estos planes se conjugan con otras iniciativas, de carácter más social, que buscan insistir en la idea de que sea el propio usuario el que se decante por los productos que mejoren la eficiencia energética de los inmuebles. “Ahora mismo, la gente no elige; nadie se plantea si el producto que compra tiene en cuenta la variable medioambiental; se mira sólo el precio o elcolor”, recalca David Lázaro.

“Es necesaria la concienciación a todos los niveles, particularmente la de los usuarios, para que se demanden edificios poco consumidores”, añade Mateo. Entre las que más apoyo institucional han generado, destaca la competición internacional Solar Decathlon Europe, un evento que se celebra el próximo mes de junio en Madrid y cuya celebración se traslada por primera vez de Estados Unidos a la capital española. El evento trata de premiar a la mejor casa solar creada por equipos de universidades de todo el mundo, entre ellas, ocho españolas.

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