martes, 11 de mayo de 2010

Cómo emprender en solitario: Los 10 pasos que permiten convertir una idea en un negocio real

El proceso de creación de una nueva empresa suele ser algo desconocido para la gran mayoría de los emprendedores. Si, además, opta por hacerlo en solitario, el panorama se complica. El libro Lánzate ya aborda de forma concreta y práctica todos los aspectos a los que deberá enfrentarse.
Javier Inaraja / emprendedores.es

En 2009 se dieron de alta algo más de 445.000 autónomos (cantidad similar a la de cinco años antes). Y esto, a pesar de la crisis. Muchos de ellos se habrán lanzado a la aventura de emprender un negocio sin contar con experiencia previa, con lo que se habrán tenido que enfrentar a múltiples aspectos que hasta ahora les eran desconocidos.

¿ESTOY PREPARADO?
Una de las primeras inquietudes que suele aparecer en la mente de los nuevos emprendedores es la de si están preparados para dirigir una empresa. Como afirma Javier Inaraja, redactor jefe de Emprendedores y autor de este libro, “emprender es una opción que puede adoptar cualquier persona. Pero aquellas que están más preparadas suelen tener mayores posibilidades de sobrellevar los avatares que supone crear y consolidar un negocio”.

Y es que vivir de una actividad empresarial es una carrera de fondo. Los que terminan ganando no son siempre los que parten en primer lugar en los primeros metros del recorrido. Aquí, como en el deporte profesional, la confianza en uno mismo, la tenacidad y la capacidad de sufrimiento son los factores que empujan a llegar a la meta. Ahora bien, en igualdad de condiciones, son los que se preparan a conciencia y saben ejecutar mejor las técnicas quienes tienen más posibilidades de acabar entre los primeros.

EMPRENDER PASO A PASO
Para facilitar el proceso, este libro propone 10 pasos para convertirse en autoemprendedor o emprendedor individual. Pasos que siguen una secuencia lógica, partiendo de unas etapas iniciales –analizando la capacidad emprendedora y la viabilidad de la idea de negocio–, para acometer las fases más complejas –los cálculos financieros, elegir la fórmula jurídica de la empresa, las diferentes fuentes de financiación a las que puede recurrirse, etc.–, hasta la apertura de la nueva empresa.

Un proceso, además, en el que se tienen en cuenta no sólo las cuestiones formales –como la elaboración del plan de negocio, los trámites necesarios, etc.– sino otros aspectos que, desde el punto de vista del autor, son igual de importantes (como desarrollar contactos profesionales, buscar opciones rentables a la hora de radicar el negocio, compatibilizar la vida privada con el emprendimiento, etc.). En cada uno de ellos se ofrece información concreta y práctica, completada con múltiples recursos a los que se puede acceder a través de Internet, para que el emprendedor vaya desarrollando el proceso de creación de su empresa.

SIEMPRE CON UN PLAN
Todo futuro negocio, independientemente de la dimensión que tenga, debería basarse en un plan de empresa o business plan”, afirma Inaraja. Para él, “es la única forma de ver si verdaderamente es viable.
El plan de negocio te ayudará además a mejorar tu idea, ya que hará que te enfrentes a la realidad: las ventas, los gastos, las inversiones.... y te hará cambiar algunos aspectos que hasta que no se analizan sobre el papel no se ven claramente”. No es la única ventaja de elaborar un plan. “A posteriori, cuando tengas tu empresa en marcha, te permitirá observar si se van cumpliendo tus previsiones y, en caso contrario, las áreas que pueden estar fallando y en las que debes incidir para reconducirlas”.

Ahora bien, un plan de negocio no es una garantía ilimitada contra el fracaso, pero sí aumenta las posibilidades de no errar a la primera de cambio. Además, es imprescindible si pretendes conseguir financiación ajena para tu proyecto.

QUÉ, QUIÉN, DÓNDE, CÓMO Y CUÁNTO
Son las preguntas básicas que, según este libro, debe responder un plan de negocio. Es decir, más concretamente, debe describir la idea; presentar a la persona que va a ponerla en marcha; analizar el entorno en el que va a operar; explicar el plan previsto para lanzarla al mercado; y analizar los costes que suponen y los beneficios esperados. Visto así parece sencillo, pero, señala Javier Inaraja, “por mi experiencia, elaborar el plan de negocio es uno de los primeros obstáculos que suelen encontrarse muchos emprendedores. La solución ante este temor no es otra que seguir la estructura, haciéndolo paso a paso, e ir desarrollando cada apartado en la medida de tus posibilidades”.

Cometerás fallos, seguramente, pero debes plasmar tu visión personal del proyecto. Luego, lo más aconsejable, es optar por que lo analice y te asesore un experto en temas de creación de empresa (de entre las múltiples instituciones que ofrecen ayuda) o del sector de actividad al que te vas a dirigir.

Otro punto que destaca este libro para no errar en las previsiones económicas del plan es la de “informarse a fondo de lo que puede suponer cualquier gasto, comisión, tipo de interés, plazos, etc., a pesar de que parezca poco significativo. Las cifras que debe contener el plan económico-financiero han de ser fiables. No vale con presupuestar por encima el coste de una campaña de buzoneo de publicidad, debes informarte de cuánto te cobraría una empresa especializada si lo realizaras de verdad, incluso, atreverte a pedir un presupuesto”.

Otro aspecto al que presta especial atención este libro es el ofrecer alternativas que pueda realizar el propio emprendedor, con el consiguiente ahorro de gastos. Por ejemplo, en el caso del márketing, los servicios que ofrecen las compañías especializadas en estudios de mercado suelen ser excesivamente caros para alguien que va a crear una pequeña empresa. Por ello se enumeran otros métodos alternativos que, aunque menos fiables, son fáciles y económicos. Como pueden ser:

Opiniones de expertos. Resulta interesante someter la idea de negocio a la consideración de expertos del sector en el que piensas emprender. Esto aporta datos muy valiosos, si bien debes hacerlo con precaución ya que corres el riesgo de que te pisen la idea.
Observación directa. Puedes obtener personalmente información básica sobre la competencia relativa a horarios, servicios que presta, precios y personal de que dispone, etc. Otra opción, también, es vigilar la conducta de compradores y distribuidores para conocer el entorno de tu futuro negocio.
Censos empresariales. Estos te ayudarán a detectar empresas con servicios/productos similares al que piensas lanzar. Algunos son publicados por las Cámaras de Comercio (www.camaras.org), las organizaciones empresariales, los departamentos de industria de algunas comunidades autónomas o la Dirección General de la Política de la Pyme (www.ipyme.org).
Registro Mercantil. Gran parte de las empresas, las que están constituidas como sociedades mercantiles, se hayan obligadas por ley a presentar sus cuentas anuales en este registro. En ellas encontrarás su balance y su cuenta de resultados, lo que puede servirte para analizar cuáles son las cifras económicas en las que se mueve un negocio similar al que pretendes montar. Puedes pedir las cuentas anuales de una empresa a través del servicio de Internet del Colegio de Registradores (www.registradores.org).
Estudios sectoriales. Los puedes encontrar ya hechos en las Cámaras de Comercio, ministerios, organismos públicos (como el ICEX), organizaciones empresariales, revistas sectoriales, consultoras, etc. También puedes recurrir a estadísticas oficiales y encuestas que publican organismos públicos como el Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es) o el Centro de Investigaciones Sociológicas (www.cis.es).
Pseudocompra. Consiste en adquirir algún artículo o servicio similar al que piensas lanzar al mercado. Es útil para obtener información sobre las actitudes de venta: los argumentos que se emplean, promociones, formas de pago, etc.

CONSEGUIR FINANCIACIÓN
Un tema siempre complicado, pero que lo es aún más desde hace unos años, y para el que también se ofrecen posibles alternativas. Así, se describen las características de las fórmulas habituales de que disponen las entidades financieras (préstamo, póliza de crédito, descuento comercial, microcréditos, factoring...), del renting y el leasing, de los avales de Sociedades de Garantía Recíproca, ayudas y subvenciones, capital riesgo, business angel... Incluso, lo que hay que tener cuenta si la familia te presta dinero.

Como se recomienda en el libro “escudriña todas las posibilidades de conseguir financiación y acude primero a las que creas que puedes tener más posibilidades. Pero guárdate en la manga una plan B, con otras entidades y tipos de financiación, por si éstas fallan. Tantea con otros emprendedores y empresarios como está la situación, qué entidades están dando más facilidades o para qué tipos de productos financieros están poniendo más trabas. Acude a asociaciones empresariales, cámaras de comercio, organismos públicos y cualquier otra institución, ya que pueden tener suscritos acuerdos con entidades financieras o programas que facilitan el acceso a la financiación para la creación de empresas”. En esto, como en muchos otros aspectos, hay que ser tenaz.

LOS TRÁMITES PARA EMPEZAR
Por último, también se describen los trámites legales que hay que realizar para iniciar la actividad. Unas decisiones que también conviene meditar ya que “el que se retrase un permiso o una licencia puede suponer que el negocio, a pesar de estar ya listo para funcionar, tenga que esperar para iniciar la actividad. Darse de alta en un régimen fiscal que no sea el más adecuado va a implicar el pago de un sobrecoste al empresario. Y así puede suceder con muchas obligaciones legales y fiscales”.

Y uno de los puntos en los que más se hace hincapié es en el tipo de forma jurídica bajo la cual se va a realizar la actividad. “Muchas personas deciden ejercer como autónomos por parecerles una complicación crear una sociedad. No obstante, siempre es aconsejable analizar los beneficios que puede tener el actuar como una sociedad limitada: mayor accesibilidad a ayudas y subvenciones, mejor imagen de cara a proveedores y clientes, más posibilidades de desgravación fiscal, limitación de la responsabilidad son, entre otras, cuestiones que conviene sopesar”.

Completan este libro, como ya se ha comentado, otros aspectos inherentes al proceso de desarrollo de un negocio como son la resistencia psíquica, hacer frente al estrés, conseguir el apoyo familiar, etc., ya que emprender es, además, una actividad social en la que intervienen personas, emociones, relaciones, intereses,...”. Y hay que estar preparados también para esto.

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